domingo, 27 de enero de 2019

Vacunar a la fuerza a bebés cuyas familias no quieran hacerlo

La vacunación en España no es obligatoria, hay unos calendarios que recomiendan una serie de vacunas y existen otras vacunaciones que no están oficialmente recomendadas. No es obligatorio vacunarse, existe libertad para elegir o no un tratamiento sanitario pero hay lobbies que intentan que las vacunaciones sean obligatorias y acabar con la libertad de elección de tratamientos sanitarios.

La historia es la siguiente. El diario El Mundo entrevistó ayer a Federico de Montalvo, nuevo presidente del Comité de Bioética de España. Éste organismo se encarga de asesorar a los gobiernos central y autonómicos sobre las implicaciones éticas de las leyes.

El garante de la ética, profesor de Derecho Constitucional, dice que hay que retirar la custodia a los padres que no quieren vacunar, al menos hasta que se consiga vacunar a la fuerza a los bebés.

Los periodistas le preguntan: ¿Es admisible éticamente no vacunar a los hijos? Y el jurista responde:

“Si es de las vacunas recomendadas y que se consideran beneficiosas, es un ejercicio incorrecto de la patria potestad. Los padres pueden decidir sobre sus hijos lo que quieran siempre que actúen en su mejor beneficio”. Y añade que existen tres fórmulas para ello:

Una es obligar a vacunar, lo cual es complicado; otra es educar y volver reforzar las campañas de las ventajas de las vacunas, que ya se está haciendo porque aquí hay muchos mitos y una tercera en la que se está trabajando que consiste es incentivar a los padres con ayudas económicas, que pueden ser en especie”.

Los informadores vuelven a la carga: ¿Y penalizar a los padres que se niegan a administrar vacunas a sus hijos? El entrevista responde:

Hay países que hablan de multas. Pero yo lo que haría, y la ley lo tiene previsto, es retirarle temporalmente la patria potestad para vacunar a su hijo y después devolvérsela”.

Un problema es saber cuales son las vacunas recomendadas y que se consideran beneficiosas. Lo escribo porque en realidad hay dos calendarios de vacunaciones, uno el de Sanidad (y otro que “hacen” los laboratorios a través de la Asociación Española de Pediatría (AEP) con la que mantienen numerosos lazos económicos).

Desde noviembre de 2018 hay un calendario único oficial (no confundir con el de la AEP) para todo el país.


El calendario único incluye las siguientes vacunas: poliomelitis; difteria/tétanos/pertussis; Haemophilus influenza b; sarampión, rubeola y parotiditis; hepatitis B; enfermedad miningocócica c; varicela; virus del papiloma humano; enfermedad neumocócica y gripe.

En todas ellas hay recomendaciones determinadas por edad, desde la época prenatal a los mayores de 65 años, pasando por la edad infantil, la adolescencia y la edad adulta.

Una pregunta ¿no tenéis la sensación de que no hay nadie en España que esté correctamente vacunada según dicho esquema? ¿TODA la población entre los 19 y 65 años está inmunizada contra la difteria y el tétanos, contra el sarampión y la rubeola o la parotiditis y la varicela?

Los que tenéis más de 65 años ¿os vacunáis cada año contra la gripe? Mi padre lo hacía… hasta que le conté sobre la eficacia de la vacuna. Las evidencias científicas (pruebas) concluyen que

es una vacuna innecesaria que no tiene efecto positivo alguno ni en ancianos ni en grupos de riesgo; tampoco disminuye el contagio ni la propagación de la enfermedad (no produce inmunidad de grupo). Como mucho disminuye los síntomas de gripe, pero ni la morbilidad ni la mortalidad por gripe”.

¿Saben Montalvo y quienes estén en línea con la obligatoriedad de las vacunaciones que el Gobierno de Japón dejó hace unos años de recomendar la vacuna del papiloma tras un exhaustivo análisis de los numerosos casos de efectos secundarios graves producidos en las niñas y adolescentes vacunadas (investigación y debates que incluyeron a las industrias fabricantes)? ¿Por qué habría de ser obligatorio aquí lo que no es recomendado en un país avanzado como el nipón?

¿Conoce el jesuita esto que le voy a contar? La persona más influyente en España en el ámbito de las vacunas, el más provacunas quizá sea Francisco Salmerón García. Desde 1990 y hasta 2015 trabajó en la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), siendo su Jefe de División de Productos Biológicos, el área de Vacunas. Pues bien, lleva años denunciando y esto le costó el puesto (ahora está jubilado), las presiones industriales y políticas para abrir mercados a las vacunas de la varicela y del meningococo así como el marketing ilegal de las mismas.

La vacuna de la varicela estaba incluida en los calendarios de vacunaciones a partir de los 12 años de edad si no se había pasado de manera natural la varicela. Las presiones de su fabricante consiguieron que ahora se recomiende, sin pruebas científicas de ello, que se haga a partir de los 15 meses.


La vacuna del meningococo B, Bexsero, es la estrella del calendario privado de vacunas. La incidencia de la enfermedad en España es baja y decrece; la eficacia del producto es del 70% (baja); no está incluida en el calendario oficial de vacunaciones (por eso escribo “privado”).

Se agota a un precio de 106 euros. ¿Conoce el jurista pro obligatoriedad las irregularidades que el fabricante de ese producto intentó colar a las autoridades sanitarias para conseguir vender su producto? Salmerón lo cuenta con todo detalle en esta entrevista que le hice.

Ya ves que no es tan fácil saber cuales son las vacunas recomendables. Ni cuales son las claramente “beneficiosas”. Ni siquiera es posible saber cómo se hacen esas recomendaciones por la falta de transparencia de esos procesos y las claras manipulaciones de los fabricantes. Falta mucha ética en los sistemas de inmunizaciones.

No es la primera ocurrencia de Montalvo. Este hombre hace tiempo que obvia la libertad individual y quiere dar todo el poder al Estado, dando por hecho que las vacunas son “buenas” y por tanto existen motivos de salud pública para obligar a vacunar.

Se da la circunstancia de que este profesor de Derecho es miembro del Comité Internacional de Bioética de la UNESCO que ha centrado su trabajo en cuatro ámbitos: el consentimiento informado, la responsabilidad social y la salud, el respeto a la vulnerabilidad del ser humano y su integridad personal y la no discriminación y no estigmatización. Pues eso que la idea de separar a familias y bebés para vacunarlos a la fuerza en plan nazi es justo lo contrario de lo que promueve la UNESCO.

No importa su edad o sus niveles de presión, usted se olvidará para siempre de este problema!



Miguel Jara

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