El primer síntoma de artritis reumatoide, y que refieren los pacientes con mayor frecuencia, es el dolor en pequeñas y grandes articulaciones.
El inicio es gradual o insidioso, con progresión de los síntomas y
adición de nuevas articulaciones; el curso es crónico. El dolor es
consecuencia de la inflamación de las articulaciones, que con frecuencia se aprecia a simple vista en personas que padecen artritis reumatoide.
Las
articulaciones más comúnmente dañadas son las muñecas, los nudillos,
las articulaciones de los dedos, donde cabe destacar que no suele
afectar a articulaciones interfalángicas distales (articulación más
cercana al extremo de los dedos), los hombros, los codos, las caderas,
las rodillas, los tobillos y los dedos de los pies, seguidas de la
cadera y las articulaciones temporomandibulares. El dolor de cuello
también puede estar originado por la artritis reumatoide y, por tanto,
debe ser valorado por el médico.
Además del dolor y la inflamación, se produce rigidez articular matutina,
es decir, hay dificultad en el inicio de los movimientos durante más de
45 minutos. La inflamación permanente y no tratada puede terminar
dañando los huesos, así como los ligamentos y tendones que los rodean.
La consecuencia será la deformidad de las articulaciones de forma
progresiva, perdiendo el paciente la capacidad para realizar las
actividades normales de la vida diaria.
La deformidad de los dedos
frecuentemente referida como en “cuello de cisne” y en “ojal” se
presenta tarde en el curso de la artritis reumatoide, y es
característica de la enfermedad crónica; normalmente no se observa en la
presentación inicial, donde los signos de sinovitis y de daño articular son sutiles.
También se producen otros síntomas extra-articulares asociados, que son alteraciones de la enfermedad a otros niveles, estos son:
También se producen otros síntomas extra-articulares asociados, que son alteraciones de la enfermedad a otros niveles, estos son:
Además de afectar a las articulaciones, la artritis reumatoide también afecta otros órganos, estos son:
Ganglios linfáticos
Que con frecuencia se encuentran agrandados, aunque rara vez son palpables.
Neumopatía
Es
frecuente la pleuritis o inflamación de la capa (pleura) que recubre el
pulmón, pero suele ser leve, al igual que otras manifestaciones
pulmonares y cardiacas. También pueden producirse derrames pleurales.
Los
nódulos reumatoides pulmonares son un hallazgo asintomático en la
artritis reumatoide. Radiológicamente son lesiones en forma de moneda
que pueden resultar difíciles de diferenciar de una neoplasia.
Sistema cardiovascular
Existe
cada vez más evidencia de que los pacientes con artritis reumatoide
tienen una mayor incidencia de enfermedad cardiovascular,
independientemente de los factores de riesgo tradicionales. Parece ser
que la inflamación que se produce en la artritis reumatoide juega un
papel importante en el desarrollo de la aterosclerosis.
Piel
Es
frecuente que se produzca eritema palmar, que es un enrojecimiento de
las palmas de las manos. También puede estar presente el fenómeno de
Raynaud (cambios de coloración de la piel), con asociación de infartos,
úlceras cutáneas y sobreinfecciones.
En aproximadamente el 30% de los pacientes están presentes los nódulos
reumatoideos, que se encuentran principalmente en la superficie
extensora del antebrazo y en zonas de presión de la piel. Los nódulos
tienen diversos tamaños y distinta consistencia, y habitualmente son
asintomáticos, aunque pueden romperse debido a traumatismos e
infectarse. Los nódulos no son específicos de la artritis reumatoide,
pero son útiles para el diagnóstico y el pronóstico, dado que se
correlacionan con la actividad de la enfermedad y su progresión.Afectación ocular
En menos del
1% de los pacientes se afecta el ojo. La vasculitis reumatoide
(afectación de pequeños vasos del ojo) puede dar lugar a una forma grave
de escleritis dolorosa donde se afectan las capas profundas del ojo, y a la episcleritis, que es benigna y desaparece.
Afectación neurológica
La
artritis reumatoide suele respetar el sistema nervioso central de forma
directa, aunque la vasculitis (afectación de pequeños vasos) puede
causar neuropatía periférica.
La
subluxación de la articulación situada entre la primera y la segunda
vértebras cervicales, también llamada articulación atloaxoidea, está
presente en un tercio de los pacientes con artritis reumatoide, pero
suele ser asintomática.
La mielopatía
cervical (afectación de la médula espinal), debido a la inestabilidad
cervical, puede ser mortal. Los síntomas incluyen parestesias u
hormigueos, debilidad, parálisis, pérdida sensorial, incontinencia urinaria y síncope.
Riñón
La
afectación renal es el tipo más frecuente de fracaso orgánico en la
artritis reumatoide, aunque con frecuencia están también afectados la
piel, el hígado y el tracto gastrointestinal.
Síndrome de Felty
Consiste en la
asociación de artritis reumatoide, esplenomegalia (aumento del tamaño
del bazo) y neutropenia (disminución de los neutrófilos). También son
frecuentes hepatomegalia (aumento del tamaño del hígado) y
linfadenopatía, y la presentación en familiares es más frecuente de lo
esperado.
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