Las vacunas, para Bill Gates, son una estratégica “filantrópica” que alimenta a muchos de sus negocios relacionados con ellas, incluida la ambición por Microsoft de controlar una empresa de identificación de vacunas que le otorga el control absoluto sobre la política de salud mundial.
La obsesión de Gates con las vacunas parece alimentarse de una convicción de salvar al mundo con tecnología.
Prometiendo 450 millones de dólares sus 1.2 millones, para erradicar la poliomielitis, Gates tomó el control del Grupo Nacional Técnico Asesor sobre Inmunización (NTAGI) de la India, ordenando 50 dosis de vacunas contra la poliomielitis a través de los programas de inmunización para niños menores de 5 años.
Los médicos de la India culpan a la campaña de Gates de una devastadora epidemia de parálisis flácida aguda no-poliomielítica (NPAFP) causada a 490.000 niños. En el 2017, el gobierno indio finalizó la campaña de vacunación de Gates y las tasas de NPAFP cayeron precipitadamente.
“Las epidemias de poliomielitis más aterradoras en el Congo, Afganistán y Filipinas están relacionadas con las vacunas”.
En el 2017, la Organización Mundial de la Salud (OMS) admitió de mala gana que la explosión mundial de la poliomielitis se debía a una cepa de una vacuna. Las epidemias más aterradoras en el Congo, Afganistán y Filipinas están relacionadas con las vacunas. De hecho, en el 2018, el 70% de los casos mundiales de poliomielitis fueron causadas por cepas de vacunas.
En el 2009, la Fundación Gates financió pruebas de vacunas experimentales contra el VPH (Virus Papiloma Humano), desarrolladas por Glaxo Smith Kline (GSK) y Merck, en 23.000 niñas en provincias remotas de la India.
Aproximadamente 1.200 sufrieron efectos secundarios graves, incluidos trastornos autoinmunes y de fertilidad, y 7 murieron. Las investigaciones del gobierno indio acusaron a los investigadores financiados por Gates de cometer violaciones éticas generalizadas: presionar a las niñas de las aldeas vulnerables, intimidar a los padres, falsificar formularios de consentimiento y denegar la atención médica a las niñas lesionadas. El caso ahora está en la Corte Suprema del país.
“Los periódicos sudafricanos se quejaron: «Somos conejillos de indias para los fabricantes de drogas».
En el 2010, La Fundación Gates puso en práctica un tercer experimento con una vacuna contra la malaria en 5.949 niños africanos, asesinando 151 niños y causando a otros 1.048 efectos adversos como parálisis, epilepsia y convulsiones febriles.Durante la campaña de vacunación de Hombres Africanos en el 2002, Gates, forzó la vacuna de la meningitis en miles de niños africanos. Aproximadamente 50 de los vacunados desarrollaron parálisis. De hecho, los periódicos africanos publicaron: “Somos conejos de Indias para los fabricantes de drogas”. El profesor Patrick Bond describe las “prácticas filantrópicas” como “inmorales y despiadadas”.
En el 2010, cuando Gates donó 10 millones de dólares a la OMS, dijo: “Debemos hacer de esta, la década de las vacunas”. Un mes más tarde, Gates dijo en una charla TED que las nuevas vacunas “podrían reducir la población”. Cuatro años más tarde, en el 2014, la Asociación de Doctores Católicos de Kenia acusó a la OMS de esterilizar químicamente a millones de mujeres keniatas que no querían participar en la campaña de vacunación contra el “tétanos”. Los laboratorios encontraron una fórmula de esterilidad en cada vacuna probada. Después de negar los cargos, la OMS finalmente admitió que había estado desarrollando las vacunas de esterilidad durante más de una década. Acusaciones similares vinieron de Tanzania, Nicaragua, México y Filipinas.
Un estudio realizado en el 2017 (Morgenson et. Al. 2017) mostró que la popular vacuna
DTP (Difteria Tétanos Polio) de la OMS está matando a más africanos que las enfermedades que esta misma vacuna pretende prevenir.
Las niñas vacunadas con DTP sufrieron 10 veces la tasa de mortalidad que los niños que no recibieron la vacuna. La OMS se ha negado a retirar la vacuna letal, que es obligatoria para decenas de millones de niños africanos anualmente.
“Los funcionarios de la salud pública acusan a Gates de desviar los recursos de la OMS para aplicar su filosofía personal de que la buena salud solo viene en una jeringa.”
Los defensores mundiales de la salud pública en todo el mundo acusan a Gates de desviar la agenda de la OMS de los proyectos que han demostrado frenar las enfermedades infecciosas: la limpieza del agua, la higiene, la nutrición adecuada y el desarrollo económico.La Fundación Gates gasta en estas áreas alrededor de 650 millones de dólares de su presupuesto de 5 mil millones de dólares.Además de usar su filantropía para controlar a la OMS, UNICEF, GAVI y PATH, Gates también financia una compañía farmacéutica privada que fabrica vacunas y está donando 50 millones de dólares a 12 compañías farmacéuticas para acelerar el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus.
En sus recientes apariciones en los medios, Gates parece confiado en que la crisis de Covid-19 ahora le dará la oportunidad de forzar sus programas dictatoriales de vacunación en todos los niños y adultos a nivel mundial.
Por Robert F. Kennedy Jr., Presidente, Defensa de la Salud Infantil (Artículo original)
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