miércoles, 29 de mayo de 2019

Sexo y deporte

¿Cómo interaccionan sexualidad y deporte cuando los combinamos? Averigua cómo puede mejorar tu vida sexual si realizas ejercicio regularmente, y cómo afecta un encuentro erótico al rendimiento deportivo.

¿Pueden la sexualidad y el deporte ir de la mano? ¿Cuáles son los resultados de este batido energético? En las próximas líneas vamos a tratar dos puntos esenciales para averiguarlo, teniendo en cuenta cómo las actividades deportivas suaves y prolongadas actúan sobre la vida sexual de los individuos, y cómo los encuentros sexuales pueden influir sobre la productividad en las pruebas deportivas.

Parece claro que practicar deporte de intensidad moderada de forma regular mejora de manera significativa el estado de salud físico y mental de las personas, y precisamente estas son las dos premisas básicas para gozar de una adecuada salud sexual, favoreciéndola así de manera incuestionable.

De esta forma, acabamos de despejar la primera incógnita, y ahora te explicaremos con más detalle los beneficios del ejercicio físico que contribuyen a mejorar la calidad de las relaciones sexuales:

1. Mejor salud cardiovascular, mejores erecciones

Evidencias científicas indican que un entrenamiento mesurado ayuda a nuestro corazón a mantenerse en plena forma. Uno de los fenómenos fisiológicos más importantes que se producen durante la función sexual es la dilatación de los vasos sanguíneos, aportando un flujo importante de sangre a determinadas zonas involucradas en este proceso. Éste fenómeno es el responsable de la respuesta eréctil de algunas regiones, como el pene o el clítoris, por lo que es fácil pensar que el deporte nos ayudará a prevenir la aparición de problemas asociados a la disfunción eréctil en los varones y a mejorar la experiencia sexual en el caso de las mujeres.

2. Controlar los trastornos metabólicos, facilitar la excitación

La práctica moderada de actividades deportivas también ayudará a controlar los niveles de insulina producidos por nuestro organismo. Teniendo en cuenta que enfermedades metabólicas tan prevalentes como la diabetes mellitus pueden inducir determinados trastornos sexuales asociados mayoritariamente a la fase de excitación (disfunción eréctil, o problemas de lubricación), vigilar dicho aspecto será otro argumento importante para incrementar nuestra actividad física.

3. Potencia tu aparato respiratorio… y tu resistencia sexual

¿Y qué pasa con nuestra respiración? El funcionamiento de nuestros pulmones va a verse positivamente influenciado si nos movemos asiduamente, inervando de sangre y oxígeno todos los órganos de nuestro cuerpo. Esta ventaja se maximizará si aprendemos a controlar este proceso, siendo un gran aliado en nuestro día a día, y aumentando nuestra resistencia en el terreno sexual.

4. Cuestión de peso, cuestión de deseo

He aquí otra razón muy importante para practicar deporte: la pérdida de calorías. Mantenernos en forma va a brindarnos múltiples ventajas, y es que por un lado vamos a mejorar nuestra salud en general al evitar el sobrepeso y la obesidad y, por otro, nos vamos a sentir más atractivos, ágiles y flexibles, aumentando el deseo y las posibilidades amatorias. ¡Quién sabe, quizá esto te permita probar con esa postura del kamasutra que creías imposible!

5. Tono muscular: bíceps y vaginas tonificadas 

Llegados a este punto, cabe recordar lo cachas que nos vamos a poner en el gimnasio o, lo que es lo mismo, cómo nuestros músculos van a experimentar un aumento de masa relevante. ¿Ya sabes cómo podrás aprovechar toda esa fuerza y energía que te brindará el entrenamiento? Este punto va a ser especialmente interesante para las mujeres, porque el fortalecimiento de los músculos pelvianos nos ayudará a recuperar la tonicidad vaginal, y también contribuirá a la prevención de la incontinencia urinaria, e incluso estimulará nuestro apetito sexual. ¿Qué más se puede pedir?

6. Cuestiones emocionales: activa tu placer

Como ya hemos señalado, practicar deporte no solo influye de manera significativa sobre nuestra salud física, sino que también juega un papel esencial sobre nuestro bienestar emocional. Las encargadas de hacernos sentir bien, controlar el estrés, y elevar nuestra libido, serán las archiconocidas hormonas, unas sustancias segregadas por distintas células de nuestro cuerpo cuya liberación podemos propiciar al practicar ejercicio. En esta ocasión destacaremos la función que desempeñan las endorfinas, (haciéndonos más felices), la dopamina (motivándonos y activando el placer), o la serotonina (controlando y equilibrando nuestro estado de ánimo).

Cómo afecta practicar sexo al rendimiento deportivo

‘El sexo va en detrimento del rendimiento deportivo’… ¿Mito o realidad? Parece evidente que tal afirmación ha sido ampliamente respaldada por conocidos entrenadores, dada la taxativa prohibición de que sus estrellas mantengan relaciones sexuales durante los campeonatos más importantes y mediáticos en el deporte rey.

Pero… ¿Es de verdad necesario tomar estas precauciones? Vayamos tras la pista desentrañando las dos principales hipótesis en las que se basan los que afirman que la actividad sexual influye negativamente sobre el rendimiento de los deportistas.

Hipótesis 1: calorías gastadas y agotamiento físico

Cuando nos planteamos la primera hipótesis pensamos en lo que acontece durante un encuentro sexual: calor, fricción, movimientos rítmicos y repetitivos, posturas corporales diferentes…

Pues lo cierto es que aunque la duración y la intensidad sean variables, la cantidad de calorías promedio consumidas durante el acto sexual ronda las 150, nada que no pueda solucionar un buen bocata.

Vaya, parece que a más de uno le acabamos de aguar la fiesta, y es que no va a ser suficiente con una acalorada y fogosa relación sexual para perder esos kilos de más y ponernos en forma; no obstante, estamos de suerte, porque el encuentro amoroso no reducirá en absoluto nuestra productividad deportiva. Con la recuperación adecuada estarás enseguida listo para abordar tus retos deportivos.

Hipótesis 2: función hormonal y liberación de testosterona

Esta hipótesis sugiere que la liberación de testosterona durante la práctica sexual podría disminuir la agresividad y la vigilancia en el deportista llevándolo a un estado de distensión. Sin embargo, las esclarecedoras palabras de Emmanuele Jannini, Presidente de la Sociedad Italiana de Andrología y Medicina Sexual, se refirieron al sexo como un anabolizante natural, lo que no solo garantizaría su inocuidad para un buen desarrollo de la práctica deportiva, sino que comportaría suculentos beneficios a la misma.

A la vista de las circunstancias, parece que el sexo no será el culpable de un bajo rendimiento deportivo; es más, se puede decir que el sexo es una fuente de bienestar y un maravilloso relajante natural, que probablemente aumente la motivación del deportista ante sus estresantes retos.

Ejercicios y deportes más apropiados para mejorar nuestra vida sexual

Ahora bien, ¿son todas las variantes deportivas igual de beneficiosas para mejorar los parámetros sexuales mencionados y contribuir positivamente a nuestro disfrute y deleite?

Como estamos seguros de haber incitado vuestro deseo de hacer deporte con estas múltiples y atractivas ventajas, os recomendamos cualquier ejercicio suave y moderado capaz de poneros en forma, pero que no os deje fuera de combate… indagad sobre las múltiples opciones y seguro que dais con vuestro preferido.

Algunas sugerencias pueden ser correr, montar en bicicleta, la natación o el senderismo. Una de nuestras recomendaciones es practicar yoga. A parte de ayudar a reducir el estrés (ganarás en confianza y un mayor control eyaculatorio), permite mejorar la flexibilidad, con lo que seguro podrás atreverte a realizar nuevos movimientos. Otra alternativa es la danza del vientre, que dota de una mayor coordinación a la zona pélvica, y el barre o ballet fit, que ejercita tanto el core como los músculos pélvicos.

Por otro lado, para los que seáis más de machacaros en el gimnasio, trabajar vuestros abdominales, no solo sirve para lucir tableta, sino que también potenciáis vuestro equilibrio, evitáis dolores de espalda y los hombres tendrán una mayor capacidad de empuje durante la penetración. Las sentadillas y las elevaciones de cadera (hacer el puente) también son útiles para fortalecer muslos, glúteos y parte baja de la cadera, que aparte de empuje favorece que las contracciones durante el orgasmo se intensifiquen.

Y, sobre todo, recordad, ¡no acabes exhaustos tras una larga sesión de gimnasio si tienes prevista una noche loca en la cama!

El corgasm y el core

Sabías que… algunas personas experimentan orgasmos inducidos por el ejercicio físico sin estímulos eróticos asociados?

El llamado ‘corgasm’ da nombre al fenómeno que se produce al experimentar un orgasmo sin pensamientos sexuales que lo inciten durante la práctica de los ejercicios core, o lo que es lo mismo, los ejercicios basados en fortalecer la parte central de nuestro cuerpo, sobre todo el abdomen.

Al parecer, ciertas personas son capaces de alcanzar el clímax con entrenamientos de este tipo, y así lo corroboraron Debby Herbenick y J. Dennis Fortenberry en un estudio al respecto publicado en la revista Sexual and Relationship Therapy. Aunque todavía no sabemos con exactitud los músculos causantes de tal hazaña, podemos decirte que aunque las abdominales han sido el ejercicio con más éxito, seguido del levantamiento de pesas o la escalada por cuerda, lo cierto es que cualquiera de los deportes anteriormente mencionados ha sido capaz de llegar a provocarlo.

Ahora sí que sí… ¿A qué estás esperando para ponerte a sudar?

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