Tenemos que
decirlo con absoluta firmeza: la agitación en la Universidad Nacional
Autónoma de México es provocada por el multimillonario especulador
George Soros, a quien le interesa acabar con la máxima casa de estudios
del país.
Soros sabe que
cerrando la UNAM podrá seguir su labor demoledora contra las demás
instituciones de educación superior mexicanas que le impiden controlar a
los estudiantes de nivel superior de nuestro país. Se trata de un
asunto de seguridad nacional.
El pasado 24
de enero, Soros anunció la creación de una red mundial de universidades
contra el autoritarismo que contará, de entrada, con una base financiera
de mil millones de dólares.¹
La red mundial
de universidades contra el autoritarismo de Soros, nombrada por él
mismo como Open Society University Networ (OSUN) se forma a partir de la
Universidad Centroeoropea (UCE).
Tiene razón el rector de la UNAM, Enrique Graue, al declarar que provocadores e intereses ajenos a la UNAM están detrás de los paros y los actos de violencia.
Apenas el
lunes, en este mismo espacio, denunciamos que uno de los frentes de
Soros en su guerra contra el presidente de los Estados Unidos, Donald
Trump, está precisamente en la UNAM. En esa oportunidad, dijimos lo
siguiente:
La estrategia sorosiana consiste en debilitar al rector Enrique Graue para afectar, indirectamente, al embajador de México en la ONU —y exrector de la máxima casa de estudios, Juan Ramón de la Fuente— quien, a su vez, es muy cercano a Ebrard.
Soros ataca al rector Graue porque tiene el apoyo de la pandilla de los Ímaz-Sheinbaum-Frank Hoeflich, sobre la cual ya hemos escrito en Sin Compromisos.
La ineptitud de la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum —a quien se le acaban de fugar tres peligrosísimos narcotraficantes reclamados por el gobierno de Trump— ha dado más preponderancia a Ebrard, tanto en lo interno como en lo externo. Esto molesta a Soros, a pesar de que el canciller es favorable al lobby LGBTI, a la despenalización de las drogas y a las migraciones.
Lo sucedido la
mañana de este martes en la Facultad de Derecho, en Ciudad
Universitaria, refuerza nuestra tesis. A las 05:30 horas, una veintena
de encapuchadas intentó cerrarla. La oposición de autoridades, maestros,
estudiantes y trabajadores lo impidió.
Luego de los
actos vandálicos, el director de la Facultad de Derecho, Raúl Contreras
Bustamante, se dirigió a la comunidad afectada con las siguientes
palabras:
Yo sé que hay muchas quejas y que hay mucha violencia de género; pero las violentas que vinieron hoy, vinieron a violentar, no a pedir que no hubiera violencia. Estuvieron muy agresivas.
La violencia no se combate con violencia. Se combate con diálogo, con acciones. Nosotros estamos dispuestos a tomar todas las acciones que haya qué tomar a base de diálogo, a base de concertación y a base de la aplicación de las normas. Nosotros no […] podemos permitir que atenten contra la Facultad de Derecho —que es la facultad de todos ustedes—, personas que no son de esta Facultad. Se fueron y se fueron hacia Filosofía.
Pues bien, la Facultad de Filosofía y la de Ciencias son los principales feudos de la pandilla conformada por Carlos Ímaz; su exesposa y actual jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y por el cacique de Ciencias, Alejandro Frank Hoeflich. Los tres, aliados —¿u operadores?— de Soros.
Mariana Ímaz Sheinbaum, hija del disuelto matrimonio de Carlos y Claudia, imparte la materia de Historiografía
en la Facultad de Filosofía y Letras (a donde corrieron las
encapuchadas que provocaron destrozos en la Facultad de Derecho).
También da clases en Ciencias Políticas y Sociales, donde tiene a su
cargo la asignatura de Pensamiento social y sociedad de la carrera de Sociología.
La tarde del
mismo martes, grupos de provocadores chocaron contra quienes se
manifestaban pacíficamente contra los abusos de género, frente a la
Torre de Rectoría en Ciudad Universitaria. Los vándalos aprovecharon
para lanzar bombas caseras contra el máximo edificio de gobierno de la
UNAM.
El rector Graue solicitó a las autoridades —este miércoles 5 de febrero— esclarecer los hechos y deslindar responsabilidades.
Ayer mismo se levantaron las actas correspondientes. Estamos en contacto con las autoridades competentes. Exigimos de ellas una investigación a fondo de los hechos, desenmascarar a los provocadores y el castigo a quienes resulten responsables.
Como dice el rector Graue, las autoridades
competentes tienen la obligación de llevar a cabo una investigación a
fondo, desenmascarar a los provocadores y de castigar a los
responsables.
La pregunta es: ¿procederán esas
autoridades contra ellas mismas? Por lo demás, urge desenmascarar a
Soros y sus cómplices mexicanos.
periodismosincompromisos
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