sábado, 4 de enero de 2020

Radiografía de productos transnacionales: Pan Integral Bimbo

• Contiene casi una cucharada cafetera de azúcar por cada dos rebanadas.

• Contiene dos diferentes tipos de endulzantes: jarabe de maíz de alta fructosa y glucosa. 


• Contiene 10 diferentes aditivos, entre ellos dos que han sido clasificados como de dudosa seguridad: cloruro de amonio y azodicarbonamida.

Por el hecho de que contiene jarabe de maíz de alta fructosa, cloruro de amonio y azodicarbonamida no es conveniente consumir este producto diario u ofrecerlo a menores.

Observa la radiografía completa con la que la nutrióloga Xaviera Cabada, coordinadora de Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor, nos desentraña las verdaderas características y el valor nutricional de este producto.

Pan Integral Bimbo (paquete: 680 gramos; porción de dos rebanadas: 56 gramos):

Azúcar:

La porción de dos rebanadas de pan (que es la porción promedio que los consumidores ingerimos) contiene 4.4 gramos de azúcar, lo cual equivale a aproximadamente una cucharada cafetera de azúcar

Esta porción cubre del 14 a 20% de lo máximo tolerado de azúcar para un adulto para todo el día, de acuerdo con la Asociación Americana del Corazón, pues este organismo indica que la cantidad de azúcar máxima tolerada para un adulto debe ser de cinco (mujeres) a siete (hombres) cucharadas cafeteras de azúcar para todo un día.

Si un niño se come un par de rebanadas entonces consumiría del 25 a 33% de la cantidad de azúcar máxima tolerada diaria para un infante, ya que la ingesta máxima tolerada de azúcar añadida para niño debe ser no mayor de tres a cuatro cucharadas cafeteras para todo el día, de acuerdo con la Asociación Americana del Corazón. 

Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido límites máximos ideales para la población, los cuales son del 5% de la ingesta calórica total

Basándose en una dieta promedio de 2 mil calorías para un adulto, equivaldría a aproximadamente no más de 25 gramos o cinco cucharadas cafeteras de azúcar. 

Para un niño o niña, las calorías promedio recomendadas son 1 mil 500, lo cual equivale a 19 gramos o aproximadamente cuatro cucharadas cafeteras como máximo tolerable. 

Con este nuevo criterio, un par de rebanadas de Pan Integral Bimbo cubre el 20% de la cantidad máxima tolerable de azúcar para todo el día para un adulto y 25% para un niño.
 
Es decir, dos de rebanadas de pan integral, que es considerado “saludable”, estaría cubriendo hasta una cuarta parte de la máxima cantidad de azúcar añadida que se pudiera consumir. Es decir, sin tener conocimiento alguno o sospecha alguna de que el presente producto contiene azúcar dado que es un producto salado, una persona está consumiendo ya una buena proporción de azúcar. 

Los consumidores difícilmente logramos distinguir que los productos salados contienen azúcar, sin embargo se observa que una gran parte de ellos la contiene

Puede oscilar desde pastas, galletas saladas, salsas de soya, hasta botanas como frituras, cacahuates tipo japonés, etc. 

Se podría decir que la industria de alimentos está metiendo azúcar “hasta en la sopa”, literalmente, ya que las pastas para preparar sopas contienen aproximadamente media cucharada cafetera de azúcar por porción. 

El azúcar presente en productos salados es algo riesgoso para la salud, ya que hay productos que son de consumo diario y dicho consumo puede prolongarse por años. 

El azúcar que se incorpora a productos salados pudiera verse como “inofensiva” o en proporciones “poco significativas”, pero cuando se van sumando todas esas cantidades “inofensivas” y cuando el consumo es por décadas se convierte en un gran problema, ya que termina siendo azúcar que no se contabiliza en la dieta cotidiana, dada la falta de conciencia de su presencia. 

A lo largo de los años, el pan integral casero se ha preparado sin azúcar. 

El Pan Integral Bimbo contiene jarabe de maíz de alta fructosa, que es mucho más dañino que el azúcar

Se ha visto que aquellos países que consumen mayores proporciones de jarabe de maíz de alta fructosa, presentan mayores porcentajes de personas con diabetes, independientemente del grado de obesidad (www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/High fructose corn syrup and diabetes prevalence_).

Sodio:

250 miligramos

La gran mayoría de los productos empaquetados contienen sodio.
En la actualidad uno de los principales problemas de salud que observamos en la población es la hipertensión. 

El alto consumo de sodio se ha asociado con padecimientos como la presión alta (hyper.ahajournals.org/content/Dietary Approaches to Prevent and Treat Hypertension.full).Existe un buen porcentaje de la población con presión alta, que tiene peso normal. 

La presión alta no siempre está directamente ligada al sobrepeso, sino que se puede tener un peso normal y padecer hipertensión

En México, del total de personas con hipertensión (31.5%), el 18.5% tiene peso normal (ensanut.insp.mx/doctos/analiticos/Hypertension arterial en adultos mexicanos_.pdf). 

La porción de dos rebanadas de Pan Integral Bimbo cubre 12.5% del requerimiento de sodio total para un día, que de acuerdo a la OMS es de 2 mil miligramos (www.who.int/nutrition/publications/guidelines/sodium intake_.pdf).

Fibra:

3.4 gramos por porción de dos rebanadas

Esta es una buena cantidad para la porción que es, ya que cubre aproximadamente el 11.3% de la recomendación total de fibra para todo el día

Observamos que también es fibra propia del trigo integral y no añadida, como en el caso del Pan Bimbo Doble Fibra, lo que se considera un aspecto positivo.

Ingredientes:

Harina de trigo integral, jarabe de maíz de alta fructosa, gluten de trigo, levadura, glucosa, inulina, aceite vegetal parcialmente hidrogenado, sal yodada, lecitina de soya, fosfato monocálcico, cloruro de amonio, propionato de calcio, ésteres diacetil tartáricos de mono y diglicéridos de ácidos grasos, carbonato de calcio, monoglicéridos destilados, sorbato de potasio, vitaminas y minerales (vitamina B1, B2 y B3, hierro), azodicarbonamida, ácido ascórbico.

Se observa que el producto contiene dos diferentes tipos de endulzantes: jarabe de maíz de alta fructosa y glucosa

Además de estos dos endulzantes, contiene 10 diferentes aditivos, dentro de los cuales dos de ellos han sido clasificados como de dudosa seguridad: cloruro de amonio y azodicarbonamida. Si bien son aditivos “aprobados” para su uso, sí existen algunos riesgos ante su consumo. 

A través de la ingesta de dosis elevadas de cloruro de amonio, el cual está constituido de amonio y cloruro, pueden oscilar desde cefalea, confusión, letargo, hiperventilación, bradicardia, irritación gástrica, vómitos, sed, diarrea, anorexia, glucosuria, hipocalemia, tetania, hiponatremia. 

La sustancia se descompone al calentarla intensamente o al arder, produciendo humos tóxicos e irritantes de óxidos de nitrógeno, amoníaco y cloruro de hidrógeno. 

Se encuentra en la lista de sustancias peligrosas del gobierno de Nueva Jersey:

www.nj.gov/health/eoh/rtkweb/documents/Right to know hazardous substance list.pdf nj.gov/health/eoh/rtkweb/documents/Hoja informativa sobre sustancias peligrosas.pdf www.aditivos-alimentarios.com/2014/01/e510 cloruro de amonio.html
 
En cuanto al azodicarbonamida, se considera un suavizante de masas y es ampliamente utilizado en masas para la preparación de panes y repostería. 

Sin embargo, se le ha relacionado con irritación en garganta, sensibilidad, alergia, cálculos renales, cálculos renales, e impactos en tiroides. 

Es una sustancia inflamable, ante su inhalación puede provocar cefalea, mareo, fatiga, cólicos:

www.aditivos-alimentarios.com/2014/01/e927a azodicarbonamida.html www.who.int/ipcs/publications/cicad/en/cicad16 azodicarbonamide.pdf
 
El riesgo de que este tipo de aditivos estén presentes en productos como el pan integral es que existen consumidores que lo ingieren como parte de su dieta diaria considerándole como un producto saludable y sin riesgo alguno para su salud. Existen familias enteras que consumen este tipo de productos por años.

Valoración general:

No recomendado para consumo diario por contener jarabe de maíz de alta fructosa y aditivos que no son totalmente libres de algún riesgo a la salud.

Alternativa:

Pan integral casero o de panadería.
Si la única opción es pan integral comercial fijarse en lo siguiente: que el primer ingrediente sea “harina integral”, que no contenga jarabe de maíz de alta fructosa y que no contenga gran cantidad de aditivos. 

Nota: en el mercado existen máquinas portátiles para hacer pan casero, se puede explorar la posibilidad de adquirir una para hacer tu propio pan. 

Las enfermedades crónicas, como obesidad y diabetes, no son una cuestión de “decisión personal”, ya que existe un fuerte engaño con referencia a lo que consumimos (www.youtube.com/The Fructose Epidemic – An Article by Dr Robert H. Lustig).

No importa su edad o sus niveles de presión, usted se olvidará para siempre de este problema!



elpoderdelconsumidor

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