domingo, 10 de febrero de 2019

Accidentes químicos

La gravedad del accidente químico dependerá 
de qué tipo de reacción se haya producido y qué se haya visto afectado.

Los accidentes químicos, en laboratorios, almacenes o en el hogar pueden provocar una catástrofe humana o medioambiental si no se actúa siguiendo el protocolo de actuación que te explicamos a continuación.

Qué es un accidente químico y qué puede causarlo

En nuestra vida diaria la química está muy presente tanto en el entorno de trabajo como en nuestro propio hogar, en multitud de productos. Todo material está compuesto por sustancias que pueden reaccionar con otras y causar accidentes químicos. Hay lugares específicos donde el riesgo de que ocurra cualquier tipo de accidente es mayor, como por ejemplo un laboratorio, donde se realizan experimentos y se utilizan a diario materiales potencialmente peligrosos, o un almacén de vertidos industriales. No obstante, también en el propio hogar guardamos y utilizamos por norma general productos de limpieza, y no es del todo raro que por un uso inadecuado puedan generarse reacciones peligrosas.

Aunque se emplee el término accidente químico, en general la gravedad del mismo dependerá de qué tipo de reacción se haya producido y qué se haya visto afectado. No es lo mismo sufrir una quemadura en el brazo que te salpique un ácido en el ojo, o más grave aún, que se produzca un escape, un vertido o una explosión, y por supuesto los primeros auxilios a aplicar serán diferentes. Para simplificar, primero definiremos lo que es una sustancia química peligrosa y cuáles son sus características:

Las sustancias químicas peligrosas son aquellos elementos que en su estado normal causan riesgos en la salud, ya sean inmediatos o crónicos (por ejemplo una quemadura en la piel), o riesgos en el entorno (es decir, incendios, explosiones, emisión de gases tóxicos, etcétera). Se pueden clasificar según el estado físico en el que lo encontremos, sólido, líquido, gas, polvo, vapor… y también por la vía de ingreso al organismo humano, o sea, si es un gas que se inhala o una sustancia que se absorbe por la piel. También se diferencian según sean inflamables o no inflamables, explosivas o no explosivas.

Causas de un accidente químico

La producción y el uso de sustancias químicas ha aumentado de manera alarmante en las últimas décadas. Es fácil pensar que a mayor cantidad de químicos, mayor será el manejo de ellos con lo cual, mayor el riesgo de que algo falle en alguna parte del proceso, desde la producción hasta la utilización del mismo, pasando por el almacenamiento y el transporte.

Según un estudio realizado en 2014, el 44% de los accidentes químicos se producen durante el proceso de transporte, ya sea por tierra o mar, mientras que en segundo lugar, y en un 19% de los casos, el origen de la catástrofe ocurre en el momento del procesado. Sin embargo, hay muchas otras causas que pueden desencadenar un accidente químico:

  • Incendio o explosión en una instalación donde se manejan sustancias químicas.
  • Accidentes en lugares donde se almacenan estas sustancias y cuentan con una gran cantidad de material.
  • Mal uso del producto, resultando en daños para la salud de los seres vivos y el medio ambiente.
  • Manejo inadecuado de los desechos químicos o fallo en los sistemas de disposición y tratamiento de residuos.
  • Accidentes causados por un desastre natural.
Terreno contaminado por sustancias tóxicas tras producirse un accidente químico.

Consecuencias de los accidentes químicos

En caso de que se produzca un accidente químico, vamos a encontrar una serie de consecuencias que dependerán mucho del tipo de sustancia peligrosa que haya provocado la catástrofe. Por ejemplo, no es lo mismo el alcance que tiene un incendio en un edificio, laboratorio o almacén preparado con medidas de seguridad, que se puede controlar con relativa facilidad, que un vertido de químicos en un río, en cuyo caso todo el ecosistema y probablemente la salud humana se vería afectado.

Estas consecuencias también se verán influídas por el tiempo de reacción al aplicar medidas necesarias para reducirlas, de ahí a que existan protocolos de actuación para cada posible situación y la mayoría de edificios estén equipados con dispositivos de seguridad.

Consecuencias sobre la salud de un accidente químico: cuando los efectos repercuten directamente en el estado de salud de las personas. Pueden ser:

Agudos: efectos producidos inmediatamente después de la exposición al producto peligroso, como por ejemplo la irritación de las vías respiratorias al inhalar vapores de amoníaco, o también se incluyen los daños que causan los químicos una vez absorbidos por el cuerpo, como las neuropatías al entrar en contacto con metales pesados.

A largo plazo: ocurre cuando la exposición se produce de manera prolongada, y entre estas consecuencias se cuentan enfermedades como el cáncer, cardiopatías y encelopatías crónicas, etcétera.

Además de las consecuencias observadas por la exposición a la misma sustancia no debemos olvidarnos de los efectos causados por todo lo que rodea al accidente, es decir, posibles incendios, explosiones y lo que esto conlleva. Es importante incluir las potenciales repercusiones a nivel psicológico como el estrés y la ansiedad, pues son otro problema de salud que muchas veces no se tiene en cuenta.

Otra posible consecuencia a tener en cuenta es la aparición de enfermedades transmisibles de un ser vivo a otro por desplazamiento de la población.

Consecuencias sobre el medio ambiente: las más importantes a destacar son la muerte de animales y plantas por contaminación del medio, y a consecuencia de esto la disminución de alimento disponible para otros animales o la población autóctona.

Un equipo de emergencia atiende a un herido tras un accidente químico.

Qué hacer en caso de accidente químico

Como hay muchos tipos de accidentes de origen químico y por tanto, múltiples situaciones que muchas veces se pueden dar al mismo tiempo, vamos a enfocar los primeros auxilios a llevar a cabo acciones inmediatas para que las repercusiones que ya hemos mencionado anteriormente sean lo más leves posibles y se puedan resolver rápidamente. Este sería el protocolo básico o los pasos a seguir en cada tipo de accidente químico:

  • En caso de incendio o explosión: si en el hogar se debe evacuar el edificio de manera inmediata y llamar a los bomberos. En edificios de riesgo químico suele haber un protocolo de actuación y dispositivos de alarma que facilitan la evacuación y la extinción del fuego. Si es un fuego pequeño y controlable se puede apagar utilizando un extintor o cubriéndolo con arena o un recipiente de amaño adecuado.

  • Derrame de productos químicos sobre la piel: se debe lavar inmediatamente la piel con agua del grifo como mínimo durante 15 minutos para eliminar lo que se pueda del químico. En lugares como los laboratorios y hospitales, donde el uso de productos químicos está a la orden del día, existen duchas de seguridad para casos donde la zona del cuerpo afectada sea demasiado grande. Cuanto más rápido se realice el lavado menor la gravedad de la lesión.

  • Químicos corrosivos en la piel: hay productos como ciertos ácidos o álcalis (óxidos, hidróxidos y carbonatos de los metales alcalinos) que son muy corrosivos y el mínimo contacto con la piel causa quemaduras y lesiones. En caso de que se derrame el producto hay que retirarse inmediatamente de la fuente, quitarse la ropa manchada y lavarse con abundante agua. Es conveniente contactar con profesionales y consultar las medidas a tomar según qué químico sea.

  • Químicos corrosivos en los ojos: en este caso es especialmente importante el tiempo trascurrido, ya que los ojos son mucho más delicados que la piel. Cuanto antes se lave menor será el daño. Simplemente hay que lavar con agua corriente durante al menos 15 minutos en una ducha especial de ojos, asegurándose de mantenerlo abierto para lavar por debajo de los párpados. En estas situaciones siempre se debe pedir asistencia médica por leve que parezca la lesión.

  • En caso de ingestión de químicos corrosivos: lo más importante es no provocar el vómito ni hacerle ingerir líquidos. En los laboratorios hay protocolos especiales en los que dependiendo de si el producto es un ácido o una base, se puede ingerir el neutralizador. Si la persona está inconsciente ponerla en posición de seguridad y contactar con los servicios de emergencia.
  • En caso de inhalación de productos químicos: lo primero es retirar a la persona de la fuente y exponerla al aire fresco. También es necesario atención médica inmediata por si acaso hubiera daño pulmonar.

  • Los productos químico derramados: deben ser absorbidos con el absorbente adecuado, compatible con la sustancia, y el área debe quedar limpia y descontaminada.

Prevención de un accidente químico

Los accidentes químicos son una de las situaciones que mejor se pueden prevenir, especialmente en el almacenamiento y el transporte. Para un correcto uso se deben seguir siempre las medidas de seguridad, utilizar equipo protector como gafas y guantes y asegurarse siempre de que esté en buen estado.

Hay que recordar que los daños por productos químicos tienen un alto riesgo de ser permanentes, por lo que es muy importante que todo el que vaya a manipularlo conozca las instrucciones de uso de cada producto y estar siempre atento a posibles accidentes.

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