La compañía farmacéutica Johnson & Johnson (J&J) fue condenada a pagar 353 millones de euros por un cáncer asociado a su polvo de talco hace tres años. La cifra batía récord y no es la única sentencia contraria a la compañía por ese motivo. Tal es el escándalo que la firma que con más cariño acaricia el culito de tu bebé, deja de vender el polémico talco. J&J está en el candelero porque es una de las empresas que más adelantada lleva la vacuna para la Covid-19.
Parecían inocentes esos polvitos blancos, de suave tacto y agradable olor con el que nuestras madres nos untaban el culo para que no se nos irritase cuando éramos bebés. Pero lo son tanto. Johnson & Johnson ha anunciado que podría tener lista una vacuna contra el coronavirus para principios de 2021. Y al mismo tiempo, el grupo estadounidense de productos farmacéuticos y cuidado personal ha anunció ayer que suspende la comercialización en Estados Unidos y Canadá de su talco para bebés.
Lo hace en dichos países porque sobre el producto pende un gran número de demandas judiciales por su supuesta vinculación con un tipo de cáncer. De su venta en el resto del mundo no se dice nada vaya que el culo de nuestros hijos ha de ser «anticancerígeno».
En esas denuncias se investiga la omisión de avisos por parte de la compañía sobre los peligros de padecer cáncer si se empleaban estos productos. En 2017 había más de 4.500 denuncias en todo el país.
La empresa justifica su decisión de dejar de vender talco aduciendo un cambio en la demanda y la «desinformación» sobre su producto. Vaya, que a que sepamos que su talco puede provocar cáncer lo llaman «desinformación». Bendita sea esta pues.
Resulta que a finales de 2018 aparecieron informaciones que apuntaban a que J&J conocía desde hacía décadas que sus polvos de talco contenían asbesto, un mineral de composición y caracteres semejantes a los del amianto y con efectos nocivos para la salud. Aún así, la compañía farmacéutica señala que el inventario existente en los citados países continuará vendiéndose hasta que se agote.
También tiene unos polvos de talco para niños hechos con almidón de maíz, que se supone que no son tóxicos (luego la casa sabe hacer las cosas bien, quizá es que no le interese lo correcto por intereses comerciales). Estos seguirán comercializándose.
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer clasifica el uso de polvos de talco para la limpieza íntima como “posible carcinógeno para humanos”. El talco representa el 0,5 % del total de su negocio relacionado con la salud en EEUU. La multinacional Johnson & Johnson, valorada en 366.000 millones de dólares, ha anunciado que podría tener la vacuna del coronavirus lista para enero de 2021.
La farmacéutica planea comenzar las pruebas en humanos el próximo mes de septiembre, con el objetivo de tenerla listo bajo una autorización de uso de emergencia a principios de 2021, mucho más rápido que el período típico de 18 meses que se tarda en probar, aprobar y luego fabricar las vacunas. Se da la circunstancia que J&J va de la mano del Gobienro USA en esto pues la administración Trump está invirtiendo 1.000 millones de dólares (926,4 millones de euros) para crear suficiente capacidad de fabricación de esa posible vacuna.
Aconsejo leer lo que publiqué ayer sobre cómo sería una vacuna ideal contra la Covid.
¿Existe alguna relación entre Trump y J&J? ¿Por qué apoya el republicano con tanto dinero la vacuna de esta farmacéutica? Como contamos en 2016, antes de que el polémico presidente de Estados Unidos lo fuese: La farmacéuticaJohnson & Johnson, IBM, Coca-Cola, Facebook… son algunas de las empresas en las que la Trump Organization tiene (o tenía) participaciones.
Prácticamente cualquier reforma o normativa empresarial que Donald Trump quiera sacar adelante cuando ejerza como presidente tendría una repercusión directa sobre su imperio. Habrá conflicto de intereses», escribía entonces.
Johnson & Johnson (J&J) es una de las grandes compañías mundiales del ramo sanitario y farmacéutico. ¿Influirá en las políticas del republicano que tenga participaciones en dicha empresa? Pues ya estamos viendo algo de todo eso.
Desde luego yo si quisiera cuidar la imagen de una vacuna para la Covid no la asociaría con una marca sentenciada por causar cáncer o por haber tenido vínculos económicos con Trump y beneficiarse ahora de su ayuda.
migueljara
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