sábado, 23 de mayo de 2020

Riesgos y complicaciones de la hipertensión arterial

La hipertensión arterial es el principal factor de riesgo de las enfermedades cardiovasculares, que son todas aquellas que afectan a los vasos arteriales (infarto de miocardio, ictus…). Particularmente es esencial la prevención y su control para evitar el ictus (tanto infarto cerebral como hemorragia cerebral). Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en nuestro entorno. Por tanto es prioritario que la población conozca cuáles son los factores de riesgo y las consecuencias de esta enfermedad de cara a tomar las medidas necesarias para modificar los estilos de vida e intentar el cumplimiento del tratamiento cuando el médico lo inicie.

No existe un riesgo cero, y no hay línea divisoria por debajo de la cual no haya ningún riesgo, pero los valores en que consideramos la tensión normal son los que menor riesgo tienen de complicaciones.

Complicaciones de la hipertensión

La hipertensión puede ser el primer signo, y el más fácil de medir, que indique  que muchos órganos en el cuerpo están siendo atacados y corren el riesgo de sufrir lesiones. El reconocimiento precoz de lesiones, y el control y tratamiento de la hipertensión arterial, pueden retrasar el avance de las enfermedades cardiovasculares generadas por esta.

Los principales órganos a los que afecta la hipertensión arterial son el corazón, los riñones, el cerebro y las arterias. En el corazón, la HTA es el principal factor de riesgo para enfermedades como la angina de pecho o el infarto de miocardio.
La hipertensión arterial es un factor de riesgo clave 
en problemas cardíacos como el infarto o la angina de pecho.

La tensión alta no controlada a lo largo del tiempo puede conducir a una insuficiencia renal, que puede requerir diálisis. En el caso de los riñones, éstos pueden ser una complicación de la HTA, pero también el origen del problema puesto que se consideran una de las causas de hipertensión secundaria.

Como se ha mencionado con anterioridad, el ictus y la hipertensión arterial tienen una relación directa y potente. Así, la incidencia de ictus en algunas zonas de Europa en los últimos años ha descendido en la medida en que se ha conseguido un mayor control de la HTA.

Y en cuanto a las arterias, la hipertensión provoca el deterioro de éstas provocando endurecimiento y estrecheces que pueden originar un déficit en el riego de los distintos órganos.

Como es lógico, cuando ya existe una lesión orgánica en los tejidos (cerebro, corazón, riñón y vasos sanguíneos) el pronóstico es peor. Se pueden desarrollar enfermedades graves y que pueden provocar la muerte. En general, a más tiempo de evolución y peor control de la presión arterial, más posibilidades de que exista lesión en esos órganos.
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No importa su edad o sus niveles de presión, usted se olvidará para siempre de este problema!


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