José
Mujica fue presidente de Uruguay entre 2010 y 2015. Antes, fue
guerrillero del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros en las
décadas de los 60 y 70. Actualmente, Mujica es líder del Movimiento de
Participación Popular que es el sector más grande e influyente dentro
del partido Izquierda Frente Amplio.
Mujica se distinguió como presidente de Uruguay
por su vestimenta sencilla y por utilizar un viejo Volkswagen sedán.
También, por legalizar el consumo de la marihuana en su país (en
diciembre de 2013) con el apoyo del especulador George Soros, presidente
de la Open Society Foundation (Fundación Sociedad Abierta).
Radical de izquierda, Mujica no tuvo reparo en
reunirse con el magnate estadounidense de origen judío-húngaro en la
cosmopolita Nueva York ,en septiembre de aquel año.
La BBC de Londres reprodujo unas declaraciones de
Mujica al término de su encuentro con Soros. En tono parco, el entonces
jefe de Estado uruguayo dijo: «Como él [Soros] tiene influencia en
algunas ONG importantes, estuvo colaborando y va a seguir colaborando en
eso».
Más adelante, el reporte de la BBC de Londres consignó lo siguiente:
«Fundada y presidida por Soros, Open Society financia también grupos que impulsan cambios en la estrategia sobre cannabis en la región y Estados Unidos, incluida la Comisión Global sobre Política de Drogas que integran los expresidentes Fernando Henrique Cardoso (Brasil), Ernesto Zedillo (México) y César Gaviria (Colombia), entre otras personalidades.
»“Open Society ha sido un actor muy clave dando apoyo a grupos de la sociedad civil que buscan promover una apertura” en la política de drogas, le dijo a BBC Mundo John Walsh, un experto de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), que también recibe donaciones de la fundación de Soros».
Zedillo y la legalización de las drogas
El 24 septiembre de 2018 —un lustro después de la
reunión de Mujica con Soros en Nueva York—, el ex presidente de México,
Ernesto Zedillo Ponce de León, criticó la guerra contra las drogas y
dijo que su gobierno aplicó «políticas equivocadas».
Al participar en la presentación del Segundo
Informe de la Comisión Global de Políticas de Drogas —financiada por
Soros—, Zedillo aseguró que la prohibición del consumo de drogas ha sido
dañina para el mundo.
Ante la prensa de la Ciudad de México, Zedillo agregó que la guerra contra las drogas incentivó más los problemas de salud pública y ocasionó «terribles violaciones a los derechos humanos».
Los vínculos de López Obrador con Soros
Los anteriores antecedentes son suficientes para
evidenciar los vínculos del nuevo presidente mexicano, Andrés Manuel
López Obrador, con el especulador Soros y el ex presidente Zedillo.
En la propuesta de Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 que envió a la Cámara de Diputados el 2 de mayo pasado, López Obrador asegura que «…la estrategia prohibicionista es ya insostenible, no sólo por la violencia que ha generado sino por sus malos resultados en materia de salud pública…».
Luego, el jefe del Estado mexicano da argumentos a favor de los tratamientos médicos a las personas adictas:
La alternativa es que el Estado renuncie a la
pretensión de combatir las adicciones mediante la prohibición de las
sustancias que las generan y se dedique a mantener bajo control las de
quienes ya las padecen mediante un seguimiento clínico y el suministro
de dosis con prescripción para, en un segundo paso, ofrecerles
tratamientos de desintoxicación personalizados y bajo supervisión
médica.
Llama la atención que Ernesto Zedillo Ponce de
León haya tenido como secretario de Gobernación a Esteban Moctezuma
Barragán y que este funja, ahora, como secretario de Educación Pública
en el gabinete de López Obrador.
También es notorio como López Obrador sigue los pasos de Mujica, a quien tiene como referente político y social.
Queda claro que gente de la calaña de Soros carece
de ética; que siempre busca poder político y económico, con la
complicidad de funcionarios y ex funcionarios de muy alto nivel.
Gracias a la guerra contra la droga en México y
otros países, los bancos internacionales pudieron lavar enormes
cantidades de dinero. De manera adicional, al fomentar las adicciones,
el globalismo minó la fuerza espiritual, intelectual, creadora y de
trabajo de los jóvenes y adultos que fueron atrapados sus las redes
criminales.
El agotamiento de este modelo perverso motivó el
cambio de discurso de Soros y sus secuaces. Su argumentación
aparentemente humanista esconde, en realidad, una estrategia comercial
muy clara: la de ganar miles de millones de dólares con la venta «legal»
de drogas y de los tratamientos terapéuticos que les comprarán los
gobiernos y los consorcios médicos poderosos.
La firma BDS Analytics estimó recientemente que el
gasto mundial en productos de cannabis se duplicará a 32 mil millones
de dólares en 2020. En el caso concreto de Estados Unidos y Canadá, BDS
Analytics estimó que en 2017, la industria legal de la marihuana movió 9
mil 200 millones de dólares (un volumen similar al de la industria de
los snaks). BDS Analytics proyecta que para dentro de una década, esa
cifra se eleve a 47 mil 300 millones de dólares.
López Obrador copia el modelo del uruguayo José
Mujica, cuyo autor intelectual es el especulador George Soros. Esto
explica la convergencia entre un neoliberal como Ernesto Zedillo y un
socialista como el propio López Obrador. Lo dicho: en política nada es casualidad.
geopolitica
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