sábado, 23 de noviembre de 2019

Sai Baba el gurú repleto de demonios

Bhagavan Sri Sathya Sai Baba nació el 23 de noviembre de 1926 en Puttaparthi, una aldea en el distrito de Anantapur, en una humilde familia de campesinos.

Según se cuenta, desde niño destacó entre los demás por su sabiduría y con sólo 14 años, tras un extraño coma, decidió dejarlo todo para dedicarse enteramente a la persecución y la enseñanza de la verdad, la rectitud, el servicio a los demás. Se proclamó la reencarnación del santo hindú Sai Baba de Shirdi y “avatar” para nuestra era. Eso viene a ser una especie de encarnación divina enviada a la Tierra para favorecer la renovación espiritual de todos los habitantes.

Sai Baba predijo que tomaría su cuerpo y forma humanos hasta 2019. Desde 2005, con la salud muy deteriorada, suele moverse en una silla de ruedas.

India, su país, le honró con un funeral de Estado que fue retransmitido por televisión y al que asistieron más de 200.000 devotos y simpatizantes, entre ellos el primer ministro, Manmohan Singh; Sonia Gandhi, líder del histórico Partido del Congreso; leyendas del críquet, estrellas de Bollywood y una pléyade de funcionarios, políticos y mandamases, la urdimbre de poder sobre la que el gurú cimentó su obra.

Sai Baba, que murió de un ataque cardiaco a los 84 años de edad en Puttaparthi, representa a la perfección la figura del maestro espiritual tan del gusto de Occidente desde que, en los sesenta y setenta del pasado siglo, en plena eclosión jipi y de la mano de famosos como los Beatles, entre la amenaza nuclear, el estruendo de Vietnam y la ingenuidad flower power, las filosofías orientales se convirtieron en faro vital de muchas generaciones. A diferencia de otros gurús, Sai Baba se alzó sobre las diferencias sectarias y ofreció un paraguas de ecumenismo a sus fieles, decenas de millones -entre 30 y 100, según las fuentes- en todo el mundo; amplitud de miras que se le devolvió en sus honras fúnebres, cooficiadas por representantes de diversas religiones. A diferencia de los hindúes de a pie, su cuerpo no fue incinerado, sino inhumado, como corresponde a un líder religioso.

¡Adquiere ahora el Gran libro de Hechizos y las 4 guías de regalo!



Fritz Springmeier en Español

No hay comentarios:

Publicar un comentario