Las mujeres que ejercen determinadas profesiones como peluqueras o esteticistas y que además viven cerca de lugares donde se practica la agricultura intensiva, tienen un riesgo once veces superior de tener un hijo con malformaciones congénitas.
En el reportaje analizan la cantidad de disruptores endocrinos, incluidos pesticidas prohibidos en la actualidad y otros de uso amplio, como el glifosato en el pelo de 30 europeas.
Pero los pesticidas no son los únicos EDCs a nuestro alrededor: cortinas, esmalte de uñas, tintes para el pelo, todos contienen disruptores endocrinos perjudiciales para la salud al alterar todo el sistema hormonal.
La Unión Europea publicó una propuesta de criterios para definir las características que debe tener un tóxico para ser considerado disruptor endocrino. La primera consecuencia debería haber sido la prohibición de los pesticidas que cumplieran con esos criterios.
Sin embargo, a día de hoy y gracias a la presión continua de las poderosas industrias fabricantes, la propuesta ha evolucionado a unos criterios que no servirán para eliminar estas sustancias de nuestro entorno.
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