El solo hecho de que contenga altas cantidades de azúcar ya implica que se trata de un producto no recomendable para su consumo por el riesgo a la salud que supone el que supere las cantidades máximas toleradas diarias de azúcar para mujeres y niños; en el caso de los hombres cubre el 93% de azúcar máxima tolerada para todo el día.
La publicidad del yogurt Activia engaña al consumidor, al promover su imagen como un remedio para el estreñimiento o inflamación, dando la impresión (falsa) de que es un producto saludable.
Además, menciona que el yohurt Activia es una buena opción para consumir diario, siendo que un solo bote de 250 mililitros supera el máximo tolerado de azúcar para todo el día.
En contraste, su contenido de fibra es apenas de medio gramo, por lo que contiene escasas cantidades de ciruela.
Observa la radiografía con la que la nutrióloga Xaviera Cabada, coordinadora de Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor, nos desentraña las verdaderas características y el valor nutricional de este producto.
Yogurt bebible Activia, de Danone, ciruela pasa 250 ml (equivalente a 1 taza):
Azúcar:32.5 gramos por envase, lo cual equivale a 6.5 cucharadas cafeteras* de azúcar. Esto cubre del 93 al 130% de lo que un adulto puede de consumir para todo el día, de acuerdo con la Asociación Americana del Corazón (AAC o AHA, por sus siglas en inglés), que es de cinco a siete cucharadas cafeteras de azúcar para todo un día (circ.ahajournals.org/content/120/11/1011.full.pdf+html).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que no se debe superar más del 10% de las calorías totales, no excediendo 10 cucharadas de azúcar añadida para todo el día (www.who.int/dietphysicalactivity/strategy/eb11344/strategy_english_web.pdf). Un solo yogurt Activia, de Danone, de 250 mililitros cubre el 65% de azúcar, de acuerdo con el límite máximo establecido por la OMS.
Fibra:
Contiene 0.5 gramos por envase, cuando en la leyenda establece que contiene ciruela (alimento lácteo fermentado con ciruela pasa). Sin embargo, las cantidades de ciruela son escasas, ya que el contenido de fibra es apenas medio gramo.
Ingredientes:
Segundo ingrediente es preparado de fruta (9%) y el primer ingrediente es azúcar; luego ciruela, almidón modificado, ácido cítrico, sorbato de potasio, colorantes naturales [caramelo IV (es importante especificar que el colorante caramelo IV no es natural) y beta caroteno], saborizante idéntico al natural ciruela (es decir, no es natural), goma xantana, goma de algarrobo (las gomas son utilizadas para dar mayor espesor al producto).
El siguiente ingrediente al preparado de fruta es azúcar, luego crema de vaca, sólidos de leche, almidón modificado (también utilizado para dar espesor), sólidos de jarabe de maíz (otro tipo de azúcar), agar y por último bifidobacterias y cultivos lácticos.
Contiene tres veces algún tipo de azúcar y colorante caramelo IV para dar color a ciruela. Es importante mencionar que el colorante IV es elaborado con sulfitos y amonio, que a través del calor y la presión durante el proceso de elaboración, genera una sustancia llamada 4-metilimidazol, la cual se ha demostrado tener efectos cancerígenos.
En el estado de California productos que puedan exponer a la gente a más de 16 microgramos del componente 4-MEI por día, deben contener una leyenda que diga: “ADVERTENCIA: Este producto contiene un químico reconocido por el estado de California causante de cáncer, defectos de nacimiento y otros daños reproductivos”
(www.elpoderdelconsumidor.org/saludnutricional/reconoce-california-riesgo-de-cancer-en-coca-cola/).
El solo hecho de que contenga altas cantidades de azúcar ya implica que se trata de un producto no recomendable para su consumo por el riesgo a la salud que supone el que supere las cantidades máximas toleradas diarias de azúcar para mujeres y niños; en el caso de los hombres cubre el 93% de azúcar máxima tolerada para todo el día.
Lo preocupante es el tipo de publicidad que se le da a este producto, la cual se analiza en el siguiente apartado.
Etiquetado:
El empaque completo es verde, con el nombre de Activia en blanco, lo cual es bastante contrastante.
Asimismo, se observa que debajo del nombre tiene una flecha amarilla que va hacia abajo hacia unas imágenes de ciruelas.
En letras pequeñas arriba del nombre Activia dice “actiregularis”. En la parte lateral derecha justo arriba de la información nutrimental especifica que “acti-regularis” es un bífido (una bacteria). La definición que le dan es “Actiregularis®, que ayuda a mejorar la salud digestiva, reduciendo la sensación de inflamación”.
Sin embargo, dicha palabra no existe, sino que es una palabra creada por la industria Danone haciendo referencia a una bifidobacteria. Llama la atención observar cómo repetidamente, algunas empresas de alimentos inventan nombres de ciertos componentes en sus productos, haciendo creer que son componentes reales.
Por otro lado, observamos que en la parte frontal del etiquetado, los colores son bastante contrastantes (verde y blanco) y en la parte lateral en dónde se encuentra la información nutrimental los colores no lo son; además, las letras son pequeñas y con sombreado, lo que hace más difícil su nitidez y lectura.
La información nutrimental está proporcionada por envase, lo cual es positivo, ya que frecuentemente en los etiquetados se suele proporcionar la información por porción más que por contenido total.
Esto nos dice que conforme los consumidores vamos exigiendo mejores etiquetados, la industria va mejorando sus formas de presentación.
Es importante que los consumidores exijamos información clara y verás, que no induzca al engaño.
Si bien la información está proporcionada por envase, aún así es difícil su comprensión.
Se ha visto que la mejor forma de comprender si el contenido de los productos es bueno o no, es a través de los colores del semáforo. Este es el tipo de etiquetado que se promueve en el Reino Unido, que es en forma de semáforo. El color verde indica que no es de riesgo; el amarillo, moderado; y el rojo, alto. De esta manera, los consumidores podemos verificar rápidamente si dicho producto nos conviene o no.
Los etiquetados que maneja en la actualidad la industria de alimentos, son etiquetados realmente confusos y que no orientan o realmente informan al consumidor lo que contienen. Al contrario, se utilizan técnicas desleales para confundir al consumidor. Por ejemplo, el yogurt Activia, en la parte lateral indica que “Tomando Activia a diario, ayuda a mejorar la salud digestiva, mejorando el tránsito lento”. Esta leyenda es totalmente engañosa, ya que induce a creer que consumiendo dicho producto obtendrás ciertos beneficios y que, de hecho, es recomendable consumidor el producto.
Sin embargo, consumir productos como este, que contienen seis y media cucharadas de azúcar no es recomendable en absoluto, sino todo lo contrario; estaría contraindicado. Los mismos organismos internacionales establecen que el consumo de azúcares añadidos debe ser moderado. En un solo yogurt se está consumiendo la totalidad del azúcar máxima tolerada para todo un día. Si un niño o niña lo consume, estaría consumiendo casi el doble del azúcar máxima tolerada para la edad.
Es preocupante que la industria proporciones “recomendaciones nutricionales” de sus productos como si tuvieran propiedades terapéuticas, cuando realmente no es así. Consumir diario un producto como Activia incrementa considerablemente el riesgo de obesidad y no sólo eso, sino también de diabetes. Existen estudios que han asociado el alto consumo de azucares con un mayor riesgo a padecer diabetes. Los expertos recomiendan que los productos que contienen altas cantidades de azúcares deban traer una leyenda precautoria del riesgo (news.usc.edu/#!/article/44415/high-fructose-corn-syrup-linked-to-diabetes/).
El etiquetado es la única orientación que el consumidor realmente tiene para conocer cuál es la calidad nutricia de los productos industrializados. Por ello, es importante que el etiquetado no induzca al error, puesto que está claramente establecido en la norma oficial de etiquetado, NOM-051-SCFI/SSA1-2010, que la información no debe inducir a error y debe ser clara (ver http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5137518&fecha=05/04/2010).
Un factor que ha sido determinante para presentar mayor riesgo a padecer diabetes es el alto consumo de azúcares añadidos. Alguien que consume diario o frecuentemente este tipo de productos tiene un mucho mayor riesgo a padecer obesidad y diabetes [Vasanti S Malik, et. al. “Intake of sugar-sweetened beverages and weight gain: a systematic review”, descargar (PDF, 163 Kb)].
Además, se ha observado que los altos consumos de azúcar provoca adicción, por lo cual, una vez que se convierte en hábito, es mucho más difícil dejarla de consumir [Carlo Colantuoni, et. al. “Evidence That Intermittent, Excessive Sugar Intake Causes Endogenous Opioid Dependence”, descargar (PDF, 200 Kb)].
Toda la publicidad de Activia es inductiva: hace creer que es bueno para la digestión y para curar el estreñimiento.
También se observa que su publicidad va dirigida principalmente a las mujeres, para lograr “una figura estética”.
En su página web (www.activia.com.mx) incluso te preparan –dice– tu propio plan para “desinflamarte”, haciendo referencia a que Activia cuida tu digestión (ver imagen).
En dicho plan recomiendan que tomes Activia durante 14 días y te sentirás mucho mejor. “Por eso, te recomendamos tomar Activia todos los días” –dicen–. Pero, tomar Activia todos los días no es recomendable, al contrario, con las altas concentraciones de azúcar, sería una contraindicación. Para una persona con diabetes debería contener una leyenda advirtiendo que dicho producto contiene altas cantidades de azúcar y puede impactar fuertemente el metabolismo de una persona con diabetes.
Las propiedades del producto se exacerban y en realidad no se sabe si la “mejor digestión” es por el producto en sí o por la recomendación que hacen de “mejorar hábitos y consumir mayor cantidad de agua”. Para que un producto con cultivos lácticos tenga beneficio en el organismo debe haber suficiente cantidad de bacterias que sobrevivan la digestión y lleguen al intestino. En realidad no se sabe si el producto contiene la suficiente cantidad de bacterias como para tener un impacto en el tracto digestivo.
Como parte de la publicidad, tienen un video en donde hay muchas mujeres expresando el valor de la mujer: https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=5-j0k716zWA#!.
Cabe recordar que el valor de la mujer no está en su cuerpo ni su estética.
Como se puede observar, el mercadeo va dirigido por completo a las mujeres… y las niñas (ver video).
Es importante que este tipo de publicidad tan inductiva y engañosa tenga una regulación, ya que muchas mujeres no logramos detectar que el producto anunciado dista de ser saludable y que ante su consumo diario (como lo recomienda la publicidad) implica un riesgo para la salud.
Para una mujer es difícil estar haciendo grandes esfuerzos para bajar peso, recurrir a productos como el que se analiza en esta ocasión y que, sin saber, son productos como este los que han contribuido a la gran pandemia de sobrepeso y obesidad que se vive hoy en día.
Valoración general:
No recomendado para consumo habitual.
Se puede consumir sólo de manera muy ocasional como un postre.
Alternativa:
Yogurt casero con ciruela pasa**
Nota: Algunos tipos de industrias, especialmente aquellas que son de índole monopólica o transnacional, usan cada vez más diferentes estrategias para incidir en el mercado y generar mayores utilidades. El tipo de publicidad que se usa dependerá del tipo de población a quien se dirige.
En este caso, la publicidad del producto analizado engaña al consumidor, al promover la imagen del yogurt Activia como un remedio para el estreñimiento o inflamación, dando la impresión (falsa) de que es un producto saludable.
Además, menciona que el yogurt Activia es una buena opción para consumir diario, siendo que un solo bote de 250 mililitros supera el máximo tolerado de azúcar para todo el día.
Es importante estar alerta a los productos que se anuncian como saludables, ya que pueden resultar más peligrosos, dado que creemos que estamos consumiendo algo saludable y resulta que en realidad no lo es; sólo son engaños publicitarios. De esta manera, los consumidores no logramos detectar que dichos productos pueden ser nocivos para la salud. Es importante tener cuidado, en particular si hay alguna condición especial como diabetes o hipertensión. Los consumidores confiados en los etiquetados frontales y las leyendas más visibles frecuentemente hacemos caso a las promociones o a la información que más se resalta en los productos.
elpoderdelconsumidor
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